Hace unos días veía en YouTube un video de alguien que decía que ya los juegos no son lo mismo, y esto me dejo reflexionando mucho tiempo. Y lo más sorprendente es que en la sección de comentarios había muchas personas, por no decir que todos ellos, sentían lo mismo: que los videojuegos ya no son lo mismo, es decir, ya no son emocionantes, ya no tienen ese factor sorpresa que lo deja a uno queriendo más, y que muchos incluso ya ni estaban disfrutando jugar.
Y en cierto punto, pude entenderlo, porque yo también me vi muchas veces en esa posición en la que me empujaba un juego como el Scott, sabor a pescado, y no los disfrutaba en lo más mínimo, y terminaba frustrada, sin mencionar la cantidad de dinero que ya me había gastado.
Entonces, después de pensarlo mucho, entendí qué sucedía, y quiero compartir con ustedes, mis queridas leyendas digitales, esta reflexión porque estoy segura de que muchos de ustedes también se han sentido así al menos una vez, y si algo he aprendido en la vida, es que para resolver un problema primero hay que entender de donde viene.
Expectativas
Una de las más grandes razones por las que pensamos que un juego es caca son las expectativas. Muchas empresas nos presentan los juegos como si fuesen lo mejor y más top del momento, y a la hora de la verdad, dejan mucho que desear. La misma industria crea expectativas imposibles en el jugador y en el momento en que presentan su juego, terminan siendo destrozados. (¡te estoy mirando a ti Ciberpunk!)
Es la misma industria la que se encarga muchas veces de destruir su propia obra, presionando a los desarrolladores, anunciando fechas de salida cuando el juego está lejos de estar terminado, y creando expectativas.
Y aquí quiero hablar de Hogwarts Legacy, soy gran fan de Harry Potter, cuando el libro de la Piedra Filosofal vio la luz, Harry tenía 10 años, y yo también, y cada año salía un libro nuevo, así que Harry y su aventura me acompaño durante toda mi adolescencia. Yo soñaba con recibir una carta de Hogwarts y vivir la magia que su mundo ofrecía. Así que cuando anunciaron Hogwarts Legacy, ya se podrán imaginar la emoción que me dio. Era mi oportunidad de vivir ese sueño, y así como yo, había muchos queriendo lo mismo.
Y cuando el juego salió, y lo jugué… qué gran decepción. El mundo mágico que crearon es hermoso, el castillo es genial, volar sobre un hipogrifo te vuela la cabeza, pero… es todo. No hay nada más, y después de un par de horas dando vueltas, ya se te acaba el hype. Hogwarts Legacy tiene una historia bastante aburrida, con personajes que se relacionan forzadamente, y que carece de ese “algo” que lo haga un juego verdaderamente bueno.
Me obligué a jugar Hogwarts Legacy, casi como a modo de castigo, a un punto en que termine odiándolo, y es raro que yo no termine un juego, pero Hogwarts Legacy jamás lo termine. Quizá si mis expectativas no hubiesen sido tan altas, hasta me habría gustado.
La critica
Otro factor que afecta nuestro juego es la predisposición que nos inyecta la crítica. No los culpo en absoluto si son de las personas que leen reseñas antes de comprar un juego, acá en Joystick también lo hacemos, porque queremos darle valor al dinero que invertimos en juegos, como todos. Pero muchas veces también nos vemos afectados por lo que dice la prensa.
La prensa puede condenar o condecorar un título antes de que siquiera vea la luz, ya vimos todo lo que ocurrió con Ciberpunk, en donde se anunció como el juego de los juegos de todos los juegos, haciendo que el día de su salida vendiera un aproximado de 13 millones de copias, por toda la expectativa que también inyecto la prensa, siendo uno de los lanzamientos más exitosos; y resulto estando más roto que tu corazón cuando ella te dijo que no quería una relación y se fue con tu mejor amigo.
Sin embargo, después de todas las actualizaciones, y de la salida de Edgerunners, que por cierto está increíble, Ciberpunk logro redimirse un poco hasta ser un juego decente.
Otro caso es Final Fantasy XV, muchos fans de la saga lo odian, y esparcen ese odio por todo internet, y no los culpo del odio que sienten, ya que FFXV (que originalmente había sido anunciado como Versus) no tenía todo lo que se suponía debía tener, Square Enix termino lanzando parte de la historia en DLC, en un anime y en un montón de cosas más, porque al juego le faltaba contexto. ¿Pero es tanto así como para odiarlo? Muchos incluso dicen que Square Enix los estafo.
Yo jamás tuve expectativas con FFXV, de hecho muy pocos títulos de esta saga los he jugado, y los que he jugado me han enamorado, y de todos ellos FFXV es mi favorito, si es cierto que la relación entre Noctis y Lunafreya es forzada y la vemos poco, pero el enfoque de la historia no está allí, está en la pandilla que te acompaña, en la historia de amistad y en el sacrificio que deben hacer. Y sumado a esto, tenemos ese mundo abierto en donde eres libre de explorar, viajar y entrar a dungeons cuando te dé la gana y hacer lo que te dé la gana, me pareció un juegazo, tanto que le saque platino.
¿Creen que habría jugado este juego de haber leído todo el hate que hay por allí? Seguramente no, y me habría privado de una de las historias de amistad que más me han tocado el corazón, pienso en este juego y se los juro se me aguarapan los ojos. Puedes leer mi reflexión sobre FFXV haciendo clic aquí.
Nosotros mismos
Otro factor importante por el que no disfrutamos los juegos somos nosotros mismos. Tal cual como en sesión de psicólogo que te costó un mes de sueldo en donde ya sabes que te van a decir que tú eres el origen de todos tus problemas, pues acá hacemos lo mismo por mucho menos.
Cuando nos enfrentamos a una nueva aventura, muchas veces somos nosotros los críticos más crueles, los más despiadados, sin siquiera ser objetivos con el juego que estamos por jugar. ¿Es un juego dirigido a nosotros? ¿El tema que trata es un tema que nos gustaría explorar en ese momento? ¿Estamos siquiera de ánimo para jugar?
La emoción (o falta de emoción) con la que abordemos un juego va a afectar. Y si venimos de un mal día a intentar remediarlo con un juego que nos saque de la realidad, no vamos a ser muy amables que digamos.
El video que vi de YouTube, que les mencione al principio, el creador mencionaba que estaba sumamente emocionado por jugar Princess Peach Showtime, y que cuando lo jugó, le pareció demasiado infantil. ¿Qué esperaba? Es un juego para un público infantil, y estamos hablando de un creador que ya está picando sus 30 s si es que no los ha cumplido aún.
El tiempo no perdona, y vamos a crecer, vamos a asumir roles y responsabilidades en nuestras vidas que nos harán cambiar la forma en la que pensamos, actuamos, e interactuamos con el mundo, y va a cambiar la forma en la que manejamos nuestras emociones y reacciones. La emoción que nos puede dar un juego como Princess Peach jamás será la misma emoción que le puede dar a un niño de 10 años que son más energéticos y con mucha más energía y cero responsabilidades.
No es un juego dirigido a los adultos, y con esto no quiero decir que porque seamos adultos nunca podremos disfrutar un juego para niños, yo adoro Crash Bandicoot y lo disfruto muchísimo, pero no podemos esperar una temática más seria o adulta cuando el juego no está pensado para eso.
Otra forma en la que nos arruinamos un juego es buscando guías para pasarlos a la primera sin sufrir los puzles, o haciéndonos espóiler simplemente porque jugamos 2 horas y ya queremos saberlo todo.
Nos arruinamos el factor sorpresa sin darnos cuenta, entonces cuando jugamos de nuevo, ya no nos causa esa emoción porque ya sabemos lo que va a suceder o, ya estamos bien poderosos y armados, y jugar ya no es un reto.
Como superarlo…
Hay una razón muy sencilla por la que los remakes son tan exitosos: no hay expectativas. Ya todos saben de qué va, ya todos saben lo que va a suceder dentro del juego, entonces el factor sorpresa queda netamente en esa actualización visual y gráfica, en las nuevas mecánicas, texturas, ray tracing, etc. Y quizá por esto estamos viendo una ola de remakes estos últimos años.
Por supuesto, viene un remake de Snake Eater y tengo expectativas, pero son solamente con al aspecto y mecánicas del juego, nada tiene que ver con la historia o el desarrollo de personajes, porque ya sé muy bien que pasa en este título.
El truco, mis queridas leyendas del gaming, es que si queremos jugar algo que es 100% nuevo para nosotros, tratemos de no leer reseñas u opiniones de otras personas, porque lo que puede ser una basura para muchos, es un tesoro para otros, y aunque lo quieran o no, la opinión que tenga alguien más va a influir sus decisiones al momento de jugar. Quédense con la emoción inicial que les da un título, y sean objetivos al momento de crearse sus propias expectativas, porque si es un juego para niños, eso es exactamente lo que van a recibir.
¿Han escuchado ese dicho que dice no juzgues un libro por su portada? Pues no juzguen un juego por la opinión de alguien más, que Hogwarts Legacy me haya decepcionado, no significa que vaya a decepcionar a todo el mundo, quizá para muchos es el mejor juego del mundo mágico (aunque hay que estar claros en lo claro, este es el mejor juego del mundo mágico, ¡GOTY!)
Sean ustedes mismos quienes decidan si un juego vale la pena o no, y si les gusta un juego, síganlo jugando, nada más no lo arruinen buscando que hay en la red, mantengan el factor sorpresa y verán como sus sesiones de juego serán mucho mejor.
Espero que les haya gustado esta reflexión, y si han experimentado esto, por favor déjenlo en los comentarios, adoro leer lo que piensan.
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¡Qué onda, jugadores! Soy Andrea Villasmil, la que hace magia detrás de Joystick Latino. Desde la época gloriosa de Metal Gear Solid en la PS1 hasta los RPG actuales, los videojuegos me tienen enganchada. Además de ser la jefa por aquí, soy editora y traductora en esta maravillosa web. También soy una profesora de música que se aventura en el mundo del doblaje y la locución.
Entre thrillers psicológicos, partidas de RPG y buenos platos de pasta, me la paso genial compartiendo mi obsesión por los juegos en Joystick Latino. ¡Nos vemos en el juego, amigos!
