A vísperas de la salida de su secuela, hoy vamos a reseñar uno de los juegos con una elaboración más impresionante y que toca temas psicológicos muy interesantes, sumergiendo al jugador en una experiencia única.
Hellblade: Senua’s Sacrifice
Es un juego apasionante y conmovedor, trata sobre temas profundos como el trauma, la psicosis y la mitología celta. Es un juego de acción y aventuras en tercera persona, creado por Ninja Theory, que nos adentra en la turbulenta cabeza de Senua, una guerrera picta del siglo VIII, que emprende un terrorífico viaje al inframundo nórdico para recuperar el alma de su amado tras su inoportuna muerte.
Destaca por su descripción honesta de las enfermedades mentales Inclusive, llevándote a sentir en carne propia como se siente padecer una enfermedad mental. El juego nos permite experimentar de primera mano las voces y visiones que plagan la mente de nuestra protagonista como resultado de su enfermedad.
Hellblade ofrece un estilo de juego más lento y centrado en la historia que desafía los estándares de los juegos de acción más recientes. Este título te lleva a una inmersión total con su sistema de combate y con intrincados acertijos que ponen a prueba nuestra capacidad de observar y deducir.
Ambientación
Este juego se desarrolla en una atmósfera increíblemente intrigante que nos lleva a un universo caótico y crudo, donde lo real y la fantasía se mezclan desde el principio, incluso en el prólogo del juego tenemos una muestra clara de que Senua, no está nada bien y parece que este viaje lo hace acompañada de varias personas
Senua viaja a través de entornos en donde los colores grises e industriales predominan, pero también hay algo de belleza en sus bosques y parajes. Sus pensamientos mezclan partes de un inframundo celta que se mezclan con paisajes sombríos de la región nórdica.
Graficamente hablando nos sorprende lo meticuloso que es representado hasta el último detalle en las zonas del juego.
Las sombras espectrales, las partículas brumosas y finalmente los modelos 3D de Senua y sus adversarios son increíblemente detallados, con texturas que parecen talladas en lugar de ser digitales. Los gráficos convencen tanto qué combinado con el aspecto sonoro, te hacen sentir angustia por lo que está viviendo Senua
Pero en donde sé destaca y se nota la inversión del estudio es en diseño de sonido.
Las “voces” que Senua escucha son más que risas espeluznantes en el fondo, hay susurros que nos siguen y se desplazan en diferentes direcciones, es especialmente recomendado jugar este título con audífonos.
Todo lo que escuchas sientes que está cargado con un aura pesada e inmovilizadora.
Pero no solo en las voces se sienten de ultratumba, sino que desde el crujido de huesos al romperse hasta el sonido de pasos en el barro, se sienten casi como si estuviéramos acompañándola en su aventura.
En el lado de la música hay piezas orquestales que te acompañan, dándote varias sensaciones, desde tensión absoluta que te hace moverte rápido, hasta pequeños espacios de calma, en donde puedes pensar un momento y resolver los acertijos que son visuales totalmente. En definitiva, el aspecto sonoro es una hazaña sin precedentes.
Narrativa
La narrativa de Hellblade: Senua’s Sacrifice es una experiencia que nos lleva a través de los ojos de Senua, en una cruda representación de un trauma mental, en las múltiples personalidades que toman protagonismo en cualquier momento, voces que hacen más que decirte simples palabras.
Muchas te desalientan y son negativas, haciendo que Senua desconfíe y empiece a dudar, en ocasiones se escucha alguna que reafirma su decisión de buscar a su amado y bueno, también es importante aclarar que el cráneo de su amado va atado a su cintura. Esto nos genera muchas dudas, pero el juego poco a poco se encarga de responder la mayoría de ellas.
La trama está poderosamente anclada en el intento de Senua de recuperar el espíritu de su amado fallecido y a medida que avanzamos nos encontramos con, dioses y monstruos, verdugos y todo tipo de abominaciones que cobran vida inesperadamente. Los enemigos se siente muy imponentes y la pantalla del juego, más el sonido, nos hace sentir la urgencia de vencerlos rápido
Al final, Hellblade teje una historia de poder interior, curación y autodescubrimiento. Es una historia inspiradora que desafía los estigmas asociados con la salud mental, también es desgarradora y cruda, no tiene miedo en mostrar las visiones más oscuras que se esconden en la cabeza de Senua.
A pesar de que se trate de la salud mental, en ningún momento se menciona directamente esto, si no que siempre se habla de que es una entidad demoniaca o una maldición la que le hace vivir estas visiones
Jugabilidad
Es un juego lineal lleno de acción que tiene pequeñas ventanas de exploración que nos permiten encontrar un poco más de historia que es contada por un narrador, eso sí, debemos colocarnos en los puntos exactos y jugar con la cámara para que esta se desencadene
La estrategia es su componente fundamental, no podemos ir avanzando sin pasar primero por la pelea que nos toque en ese momento. Los controles son fáciles de dominar para hacer combos, contamos con ataques leves y ataques fuertes. Pero rara vez se nos permite abrirnos paso a golpes; en cambio, nos hace examinar los patrones de los enemigos, buscar brechas y hacer parrys para intentar romper la barrera de los enemigos.
Los acertijos ambientales se incorporan de forma natural al paisaje y ponen a prueba nuestra capacidad de observar y sacar conclusiones. Da la verdadera sensación de estar completando un rompecabezas y la perspectiva juega un papel relevante en el entorno,
Pero el énfasis de Hellblade en la inmersión es lo que realmente hace al juego. Los “puntos de enfoque” regulares, tanto audibles como visuales, dirigen nuestra atención hacia elementos ambientales importantes. La atmósfera inquietante creada por los susurros y las visiones de Senua no nos deja estar tranquilos en ningún momento, muchas veces atormentándonos y otras pocas veces, queriéndonos guiar. Además, un sistema de “curación” que utiliza la concentración nos obliga a estar siempre en el ahora.
Puntos negativos
Aunque Hellblade: Senua’s Sacrifice recibe muchos comentarios positivos, hay que admitir que existen varios inconvenientes que afectan la jugabilidad. No es un secreto para nadie que la duración de la campaña principal sed hace bastante corta, Incluso si nos volvemos los seres más contemplativos y recorremos como museo el juego, la experiencia nos puede durar, menos de 8 horas, al menos eso dice el promedio, pero a mí me bastaron 6 horas para terminarlo. Tal vez se puedo agrandar la historia, pero la ausencia de contenido adicional y el nulo interés por sacar algo más, dejo el juego a lo que es, una experiencia de una vez y dos si arriesgándonos, porque se puede platinar el juego en una pasada si somos atentos
Otra cosa en la que pensar es en cómo los acertijos y las peleas del juego se vuelven menos variados a medida que avanza. Las mecánicas son inicialmente novedosas y difíciles, pero a medida que avanza el juego se vuelven monótonas. Los enemigos suelen exhibir patrones reconocibles y los desafíos ambientales pueden volverse menos entretenidos y fáciles de completar
Los controles del combate son, por mucho, lo peor de este título. Si bien el sistema de combate basado en la precisión es dinámico y con acción al inicio, no tarda en volverse un trámite para seguir avanzando y hay ocasiones en las que la cámara va por detrás de la acción, especialmente en áreas pequeñas, lo que puede resultar frustrante.
Puntos positivos
Hellblade: Senua’s Sacrifice. Es una experiencia de juego realmente fresca y conmovedora que vale la pena probar, a pesar de algunos inconvenientes. Puedo recomendarlo y definitivamente es una experiencia que todos deberían vivir alguna vez.
No es la revolución en los videojuegos más grande, pero definitivamente ofrece una forma de ver a las enfermedades mentales, cuando no sé sabia que eran las enfermedades mentales, todo desde un punto de vista del misticismo, de dioses y creencias que le daban una explicación mucho más épica a todo lo que pasaba en la cabeza de Senua
¡Saludos, leyendas digitales! Soy Gabriel Gutiérrez, el cómplice tras bastidores en Joystick Latino. Licenciado en música, con ojo de fotógrafo y me aventuro en el mundo gamer desde los 6 años con mi Atari 2600. Soy adicto al anime, amante del humor irreverente de “South Park” y “Rick and Morty”, y un explorador temerario del terror cinematográfico.
